Ciudad:
Barranquilla (Atlántico)
Capítulo 02: EL ALUMNO PREFERIDO DE MI
PROFESOR DE MATEMÁTICAS
Hola, este es el segundo relato de mi vida.
Me llamo K. Jubarsoy:
Cuando yo tenía 11
años, estaba en el colegio estudiando mi secundaria, en esa época tenía a tres
profesores que me querían mucho y además me demostraban su cariño y afecto,
pero el profesor de matemáticas era muy serio y su carácter muy jodido. A pesar
de ser tan jodido con los otros compañeros de estudio, conmigo era muy
especial, no sé cuál sería el motivo pero siempre me tenía en buen concepto,
tal vez pienso yo que era porque demostraba mucho interés por su clase y
siempre sacaba buenas notas.
10 de Julio de 1971.
Andrés mi profesor de matemáticas estaba organizándonos a todos del grupo de aula para ir de paseo a la playa de puerto mar en Barranquilla, estaríamos tres días en la playa de vacaciones. Todos los que iríamos nos montábamos en el autobús que nos llevaría a la playa de puerto mar. Una vez que llegamos a la playa, todos estábamos entusiasmado y el profesor Andrés nos guiaba para que todos estuviéramos en grupo y ninguno se fuera a perder de nuestro grupo.
Andrés nos llevó hasta el
hotel donde nos hospedaríamos y nos fue instalando en grupo de a nueve en cada
habitación. En la habitación donde él se hospedaría solo había espacio para dos
personas y me dijo que yo dormiría con él, ya que, las otras habitaciones estaban
ocupadas con los otros alumnos. Me dijo que me pusiera mi pantaloneta para
irnos todos a bañar en la playa y que no fuera a separarme de él para nada. Yo
hice tal cual él me dijo, no me desprendí de su lado ni un solo momento. Llegó
la noche y todos nos fuimos a dormir cansados de tanto jugar y bañar en la
playa.
Cuando llegamos a la habitación, Andrés se quitó sus zapatos, después la camisa y por último sus pantalones, frente a mí. No pude disimular que mis ojos se fijaron en el bulto que tenía entre sus piernas, se veía grande y se le marcaba una cabeza de su verga muy gruesa. Andrés noto mi mirada y sin pensarlo dos veces se quitó el pantaloncillo dejándome ver aquella verga grade y gruesa de cabeza, aunque no la tenía parada se podía notar su proporción que era grande.
Andrés me dijo: - Estamos entre hombres y podemos vernos sin pena y vergüenza. Se fue a ducharse y al rato me llamó para pedirme que le llevará la toalla para secarse, yo fui hasta el baño y le pase la toalla y miré que su verga estaba parada y con aquella cabeza rosada y bien grande. Andrés noto que yo le miraba mucho su verga y me dijo: - Te gustaría tocarla. Y sin contestar ni una sola palabra se la fui tocando. Andrés me dijo: - Te gustaría mamármela. Y yo meneando mi cabeza le dije que sí.
Me agache y me metí aquella cabeza gruesa en mi boca, pero casi no me cabía por lo gruesa que era.
Andrés me puso su mano en mi cabeza y comenzó a menearla de adentro hacia afuera y cada vez más lo hacía con más frenesí, supongo que sentía mucho placer. Después la saco de mi boca y me dijo que nos fuéramos acostar y efectivamente nos acostamos y una vez allí tendidos en la cama, me volteo y comenzó a lamer mu culito y con sus manos me acariciaba el cuerpo. Una vez que vio que yo estaba excitado se subió encima de mí y comenzó a frotarme su verga por las nalgas y poco a poco sentí como esa cabeza tan grande entraba en mi agujerito, cuando veía que yo trataba de sacarla porque me dolía mucho, él la sacaba y después continuaba introduciéndomela hasta que por fin tuve toda su verga dentro de mí.
No sé cuánto duro esa sensación tan dolorosa y a la vez tan deliciosa en mi culito, pero llegó el momento en que Andrés se iba a derramar y la saco y me la metió en la boca y se derramo en mi boca y me dijo que me tomará su semen, y así lo hice.
Una vez que terminó, me volteó boca arriba y comenzó a chuparme la verguita mía y cuando vio que yo llegue al éxtasis se acostó boca arriba y me dijo que ya nos durmiéramos que mañana sería un día bueno de playa y me dio un beso.
Amaneció el otro día, nos fuimos en una lancha para otra isla, la pasamos muy divertidos todos. Llegamos casi a las siete de la noche al hotel, nos fuimos a cenar y después cada grupo a sus habitaciones.
Andrés se fue a ducharse y me dijo que fuera con él a ducharnos. Cuando estábamos duchándonos me dijo que lo jabonara todo el cuerpo, mientras lo iba jabonando su verga se ponía dura, cuando lo comencé a enjabonar por la espalda y le pase la mano por su culo, se meneaba de una manera exótica y se comenzó a masturbar, me dijo que se la mamara y después nos enjuagamos y nos fuimos para la cama, pero antes de acostarse se sentó en una silla y abriendo sus piernas me dijo que me sentará en su verga, lo hice como él me dijo pero sentía que me dolía mucho y poco a poco me fui amoldando a su verga entre mi culito.
Una vez que la tenía bien adentro me levantaba con sus brazos y sentía como me entraba y salía aquella verga tan gruesa. Rato después nos fuimos a la cama y allí me puso en varias posiciones hasta que se derramo dentro de mí. Yo quede con el culito más que roto, esa noche había sido la noche más espectacular de mi vida, había disfrutado tanto hacer sexo con mi profesor de matemáticas.
Al otro día volvimos a repetir el sexo y esta vez fue con sexo oral y besos, caricias y penetración hasta el fondo. Nos regresamos cada quien a su casa, pasamos fin de vacaciones excelente, al otro año de estudio, al volver no encontré al profesor de matemáticas, había sido trasladado a otro colegio.
En el próximo capítulo: MI TÍO ESTA TAN BUENO, AL IGUAL QUE SUS HIJOS.
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Estos relatos son de propiedad del autor K. Jubarsoy, un veterano que a lo largo de su vida inmortalizo sus experiencias homosexuales. Todo lo dicho en estos textos pasó hace mucho tiempo y siempre fue con el consentimiento de nuestro autor, él nunca fue sometido a nada a la fuerza.
Respetemos los derechos de autor y apoyemos a nuestro amigo K. Jubarsoy para que nos siga relatando sus aventuras homosexuales.
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